Recuerda que el pescado fresco siempre debe comercializarse rodeado de hielo para evitar que se descomponga.

Llegó el verano y a muchas personas ya se les antoja un rico ceviche, un contundente sudado o un delicioso bonito a la plancha. Para aprovechar al máximo sus propiedades nutricionales y evitar problemas de salud, es importante comprar el pescado fresco en óptimas condiciones y en lugares donde se aplican buenas prácticas de expendio.  

“El pescado debe ser la última compra que se realiza en el mercado para poder reducir el riesgo de contaminación y contribuir a mantener su frescura”, señala D’Janira Paucar, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción. La experta brinda algunas recomendaciones que debes considerar. Toma nota.

• La piel del pescado debe ser brillante.
• El músculo debe ser firme. Si al presionar vuelve a su sitio de manera rápida, es signo de que está fresco.
• Sus ojos deben ser brillantes, transparentes y saltones.
• Las agallas deben ser de un color rojo intenso. No escoger productos con agallas de color pardo o gris.
• El olor del pescado debe ser agradable, característico a la brisa de mar.
• En caso de tener escamas, estas debe ser brillantes y estar firmemente adheridas.

Paucar señala que, de acuerdo a la norma sanitaria, en el lugar de expendio el pescado fresco siempre debe comercializarse rodeado de hielo para que se mantenga a una temperatura cercana a los 0 °C. Además, recomienda no recibir el producto envuelto en papel periódico y exigir que se lo entreguen en una bolsa de plástico transparente y nueva.

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