Ataque a planta nuclear de Fordo, en Irán, intensifica tensión en Medio Oriente

La tensión en Medio Oriente ha alcanzado un nuevo punto crítico tras el ataque aéreo dirigido por Israel contra la planta nuclear subterránea de Fordo, una de las instalaciones más protegidas de Irán. El bombardeo, ocurrido luego de una serie de ofensivas sobre otras tres instalaciones nucleares, ha sido calificado por expertos como un punto de inflexión que podría tener consecuencias geopolíticas de gran alcance.
En entrevista para El Informativo de Radio Nacional, el internacionalista Bruno de Ayala analizó la situación y explicó que el objetivo del ataque no es una invasión terrestre, sino “descabezar el régimen iraní” y de esta manera neutralizar su programa nuclear.
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Según De Ayala, esto no se trata de una invasión y de infantería ingresando al territorio de Irán, esto va definitivamente a descabezar el régimen, a anular su capacidad nuclear que, de acuerdo a los organismos de la propia ONU, decía que ya tenía uranio al 90 %.
El especialista subrayó la complejidad del ataque, destacando que la planta de Fordo se encuentra a 90 metros bajo tierra, reforzada por una montaña. Para alcanzar su interior, se habrían utilizado bombas penetradoras de alta precisión, tecnología que solo posee Estados Unidos.
“El último ataque a la central nuclear de Fordo ha sido fundamental, hay que entender que esta central es subterránea a 90 metros sobre el ras de la tierra y encima tenía un cerro. Para poder destruir esta central nuclear, han tenido que utilizar estas bombas penetradoras que solamente lo tiene Estados Unidos de Norteamérica”, explicó.
Sin embargo, advirtió sobre un aspecto inquietante: el posible retiro previo de material nuclear del sitio. “Pese a ello, hay que tener claro que desde hace dos días han estado sacando material de esta central nuclear, lo cual augura a futuro mucha alarma en Medio Oriente y también en Europa, porque con este material se puede armar lo que le dicen ‘una bomba sucia’ y pueden haber un nuevo atentado terrorista a futuro”, alertó.
La situación se agrava con los reportes de ataques a bases militares estadounidenses en Catar e Irak. De Ayala señaló que estas instalaciones “son como embajadas”, por lo que cualquier ofensiva contra ellas representa un ataque directo a territorio norteamericano. “Entiendo también que están atacando bases militares en Catar e Irak, lo cual ya significa un ataque directo a territorio norteamericano. Puede haber mayores respuestas a corto plazo en los próximos días”, advirtió.
Sobre la naturaleza de los ataques, el analista diferenció las estrategias empleadas por las partes en conflicto: “Hay que entender que los ataques de Israel y Estados Unidos están suscribiendo solamente al tema militar, porque lo que está haciendo Irán es de manera bastante desesperada y como al bulto, es decir, donde caiga el misil, lo cual complica bastante la situación de los civiles”, señaló.
La crisis también involucra a otros actores regionales. Arabia Saudita, rival histórico de Irán por las diferencias entre chiitas y sunitas, se mantiene en alerta máxima. “Arabia Saudita es enemigo de Irán y es por eso que ellos también están en alerta, por lo que vaya a pasar no solamente con sus ciudadanos sino con sus infraestructuras petroleras”, explicó De Ayala.
POSIBILIDADES DE UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL
Consultado sobre la posibilidad de que el conflicto derive en una tercera guerra mundial, el experto descartó que se dé al igual que un enfrentamiento nuclear inminente; aunque reconoció que la tensión global es elevada. “La tendencia siempre está latente. No tenemos conflictos abiertos, como el conflicto de Rusia con Ucrania, pero este conflicto ha subido nuevamente de temperatura”, comentó.
En ese contexto, sostuvo que las principales potencias mundiales están actuando con cautela: “Lo que yo sí te puedo hacer de mi análisis es que los Xi Jinping, Vladimir Putin y Donald Trump no quieren la guerra nuclear, porque entienden perfectamente bien que una guerra nuclear podría tonificar el fin de por lo menos el hemisferio norte, por eso por el momento solo van a sacar comunicados”, manifestó.
Sobre el rol de Rusia y China en este conflicto, De Ayala añadió que ambos países tienen intereses muy profundos con Irán, pero también están seguros de que quizás apoyarlo, en este momento, no es conveniente para sus intereses.
Finalmente consideró que la situación en Medio Oriente se presenta así como un delicado equilibrio entre operaciones militares de alta precisión, tensiones político-religiosas y el juego estratégico de las potencias globales. Los próximos días podrían ser determinantes para definir si el conflicto se mantiene contenido o escala hacia un escenario de consecuencias mucho más amplias.
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