Enrique González Carré: “En Ayacucho encontré mi pasión por la antropología”
Trujillano de nacimiento, pero ayacuchano de corazón. El antropólogo y catedrático, Enrique González Carré, conversó con Qué fue de tu vida sobre su paso por la Universidad de Huamanga, su pasión por la Antropología y el legado que le dejó uno de sus maestros más queridos, Fernando Silva Santisteban.
“Durante la década de los 60, la carrera de Antropología sólo se enseñaba en la universidad de San Marcos; la San Antonio de Abad del Cusco y la universidad de Huamanga en Ayacucho. Fue gracias a mi hermano Luis Alberto que decidí trasladarme hacia Ayacucho. En Huamanga descubrí mi pasión por la Antropología”, agregó.
Para el antropólogo, la ciudad de Huamanga tiene una connotación muy especial, no solo por haber sido el lugar donde estudió y encontró el amor, sino porque gran parte de sus investigaciones las ha centrado en dicha ciudad.
“El nombre de la ciudad de Huamanga tiene sus orígenes en la tribu de los huamanes. Cuando llegó Bolívar, le cambió el nombre a la ciudad y le puso Ayacucho, pero mantuvo el nombre de la provincia. Es por eso que mucha gente tradicional, le sigue llamando Huamanga. Ser huamanguino es algo muy especial, significa ser de la tierra de una pléyade de artistas extraordinarios”, agregó.
Finalmente, González Carré comentó que durante su etapa universitaria pudo tomar contacto con grandes maestros quienes le dejaron lecciones de vida. Sobre el reconocido historiador y antropólogo Fernando Silva Santisteban, señaló lo siguiente:
“Él nos enseñó el curso de Historia del Perú y también algunas técnicas de investigación histórica. Le tenía mucho cariño porque en sus clases nos brindaba una formación humana. Fue un personaje excepcional como historiador y como persona. Aportó una valiosa enseñanza a mi generación. Siempre lo recuerdo con mucho cariño”, indicó.