Controles de salud en el recién nacido son impostergables

Los controles durante los primeros 30 días de vida del recién nacido son claves, porque en ese tiempo se pueden detectar signos de alarma sobre anomalías o enfermedades que podrían tener consecuencias fatales, además se refuerza la consejería en lactancia materna y se brinda información acerca de los cuidados que requieren los neonatos.
En ese sentido, el Ministerio de Salud (Minsa) busca informar a los padres de familia y cuidadores de bebés acerca de los cuidados necesarios a los recién nacidos para evitar complicaciones durante su primer mes de vida.
Carmen Dávila Aliaga, directora de Neonatología del Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP), explica que al niño que nace a término (9 meses de gestación) -sea por parto natural o cesárea- se le realizan procedimientos de atención inmediata de rutina, dentro de los cuales se encuentra el examen físico que incluye una revisión estricta de cabeza a pies, evaluación de los diferentes aparatos y sistemas, del patrón respiratorio, de la frecuencia cardiaca, se verifica si existe una malformación en el ano, entre otros; además, se realiza la valoración antropométrica que consiste en la determinación del peso, talla, perímetro cefálico y perímetro torácico, así como la determinación de la edad gestacional y su relación con el peso.
El bebé, antes de ser dado de alta también pasa por el llamado tamizaje neonatal para la detección de enfermedades graves que a simple vista no se notan o se evidencian de forma tardía. Consiste en la toma de unas gotas de sangre extraídas del talón del bebé, y permite diagnosticar oportunamente males como el hipotiroidismo congénito, la hiperplasia suprarrenal, fibrosis quística y fenilcetonuria que pueden causar retardo mental severo, discapacidad neurológica e incluso la muerte.
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