Errores frecuentes y consecuencias del incumplimiento de contratos en el ámbito empresarial
 
        Por Renato León.
El incumplimiento de un contrato no solo representa un problema jurídico, sino también un riesgo económico y reputacional para las empresas. En conversación con Radio Nacional, el abogado Mihael Damas, del Estudio Fuentes, explicó que la mayoría de los conflictos contractuales surgen por una redacción deficiente o por la falta de previsión ante posibles escenarios de incumplimiento.
“Uno de los errores más comunes es no definir con precisión el objeto del contrato. A veces se redactan cláusulas tan amplias que permiten interpretaciones distintas sobre lo que debía cumplirse o bajo qué condiciones. Esa falta de claridad suele ser el punto de partida de los conflictos más costosos”, precisó Damas.
El especialista indicó además que muchas empresas omiten cláusulas esenciales, como las de resolución, penalidades o garantías. “Cuando un contrato no prevé qué hacer ante un incumplimiento, la parte afectada se ve obligada a iniciar procesos judiciales largos y onerosos. Por eso, más que sancionar, lo importante es prevenir”, enfatizó.
PREVENIR ANTES QUE LITIGAR
El abogado señaló que la prevención debe comenzar desde la negociación. “Todo lo que no se escribe ni se revisa con criterio jurídico, no existe”, advirtió. Por ello, recomendó evitar el uso de contratos genéricos o plantillas descargadas de internet, ya que no siempre se ajustan a la normativa vigente ni a la realidad de cada operación.
Asimismo, subrayó la importancia de redactar cada contrato a medida, definir plazos concretos, detallar las condiciones de cumplimiento y establecer penalidades proporcionales. “Lo fundamental no es tener un contrato largo, sino un documento claro, que refleje exactamente lo que las partes esperan cumplir”, puntualizó Mihael Damas.
IMPACTO REPUTACIONAL Y ECONÓMICO
El incumplimiento de un contrato, explicó el abogado, genera consecuencias más allá del plano jurídico. “Cuando una empresa no cumple lo pactado, no solo enfrenta sanciones económicas. Pierde credibilidad frente a clientes, proveedores y aliados estratégicos”, indicó.
Además, sostuvo que el impacto reputacional puede afectar futuras oportunidades comerciales. “En un entorno donde la confianza es el principal capital, incumplir compromisos puede cerrar puertas. Cumplir con lo firmado no solo es una obligación legal, sino una inversión en reputación y sostenibilidad”, añadió Damas.
UNA CULTURA DE PREVENCIÓN EN CRECIMIENTO
Finalmente, el especialista destacó que el sector empresarial peruano muestra un mayor interés en la gestión preventiva de los contratos. “Hoy las empresas están más atentas a los detalles. Buscan asesoría desde el inicio, documentan mejor y entienden que la prevención siempre cuesta menos que el conflicto”, concluyó.







 
         
         
         
          
         
         
                    
             
                    
             
                    
             
                    
             
                    
             
                    
             
                    
             
                    
             
                    
             
                    
             
                    
             
                    
             
                    
             
                    
             
                    
             
                    
            