Perú logra reducir cultivos de hoja de coca y refuerza el desarrollo alternativo, afirma Devida

Carlos Figueroa Henostroza, presidente ejecutivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), destacó en entrevista para El informativo de Radio Nacional los avances significativos del país en la lucha contra el narcotráfico, especialmente en la reducción de cultivos ilícitos de coca y el impulso del desarrollo alternativo en zonas afectadas.
Durante el 2023, el Perú logró reducir las hectáreas de cultivos ilegales de coca a 89 755, cifra menor a la proyectada (125 000 hectáreas), lo que representa una disminución de aproximadamente 29 % respecto a lo estimado. Esta reducción se traduce en la no producción de 329 toneladas de droga, evitando que unos 1315 millones de dosis lleguen al mercado ilegal y afecten a la población, especialmente a los jóvenes.
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“Más allá de las cifras, este resultado significa un gran golpe a un modelo de negocio delictivo que daña familias y comunidades enteras”, expresó Figueroa.
DEVIDA: UN TRABAJO MULTISECTORIAL E INTEGRAL
La estrategia se sustenta en la Política Nacional Multisectorial frente a las Drogas al 2030, liderada por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y ejecutada por Devida en coordinación con sectores como Interior, Justicia, Defensa, Agricultura, Salud, Educación y Cancillería.
Esta política se basa en tres pilares: desarrollo alternativo, interdicción y erradicación manual. Además, promueve una visión centrada en el ciudadano y en el respeto irrestricto a los derechos humanos, tanto de productores como de consumidores.
EL DESARROLLO ALTERNATIVO: MÁS QUE REEMPLAZAR CULTIVOS
El desarrollo alternativo no se trata solo de cambiar una planta por otra. Figueroa enfatizó que se trata de una transformación de la dinámica económica y social en territorios históricamente afectados por la economía ilegal.
En regiones como el Vraem (Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro), muchas familias han migrado hacia actividades lícitas como la producción de café, cacao, apicultura, piscicultura y cultivos sostenibles, mejorando su calidad de vida con una visión de rentabilidad socioeconómica.
“El desarrollo alternativo tiene que estar articulado al mercado. Es ofrecer oportunidades reales de crecimiento económico con un cambio de mentalidad”, señaló.
UN DESAFÍO GLOBAL QUE REQUIERE COOPERACIÓN INTERNACIONAL
El narcotráfico es un negocio transnacional. A pesar de que el consumo de drogas, especialmente de cocaína, ha aumentado en el mundo, el Perú ha logrado aplicar una estrategia contracíclica. Según Figueroa, esto confirma que la dirección de la política nacional es acertada.
Además, resaltó la importancia de la cooperación internacional para enfrentar el problema, en articulación con organismos como la ONU y la Unión Europea, quienes también han alertado sobre el crecimiento de la demanda mundial de drogas.
EXPECTATIVAS PARA EL CIERRE DEL 2025
Devida estima que, de mantenerse la tendencia y el trabajo articulado, se logre una reducción adicional del 15 % al 20 % en cultivos de coca ilícitos para fin de año, sin afectar las zonas donde existe un consumo tradicional.
“No podemos hablar solo de derechos humanos desde un lado. Hay comunidades afectadas por la contaminación, la violencia y el impacto social del narcotráfico. La respuesta debe ser integral”, concluyó Figueroa.